La búsqueda terminó para la familia y así también acabó la angustia para ellos al no saber nada de Mateo Torres González, de 19 años, quien el pasado domingo en la madrugada desapareció cuando se bañaba en la playa de Miramar, en Puerto Colombia. Pero el enorme vacío que les deja su pérdida no lo llena nada.

Su cuerpo fue hallado alrededor del mediodía del miércoles en cercanías a Puerto Velero, en una zona de difícil acceso, en jurisdicción de Tubará.

"Fue un pescador que lo halló. Un ángel que puso Dios allí para hallarlo y él de inmediato dio aviso a los bomberos de Tubará", contó un tío este jueves a las afueras de Medicina Legal.

El familiar aseguró que el joven llegó ese día con varios amigos a la playa luego de estar departiendo.

"Se alejaron un poco de la orilla", contó el tío.

Los amigos lograron salir, pero la corriente se llevó a Mateo.

"En el día estaban los salvavidas y bomberos, pero ya a cierta hora por seguridad suspendían la búsqueda y era entendible. Nosotros los familiares seguimos buscando a orillas del mar", contó el familiar.

Tras saber que habían hallado un cuerpo cerca de Puerto Velero, los familiares se fueron hasta allá y confirmaron que se trataba de Mateo.

"Llegamos al sitio a hacer el reconocimiento. Para llegar allí fue difícil porque el acceso es complicado", contó el tío.

Mateo era amante del agua y del fútbol.

"Vive ahora en mi mente. Era una persona extrovertida, alegre y muy soñadora", dijo el tío con referencia a su sobrino Mateo.

El joven era el mayor de dos hermanos, estudiaba cuarto semetre de Derecho y residía en el barrio Villa Norte, en el corregimiento La Playa de Barranquilla.